Cannabis medicinal y bioregulación: un camino hacia el equilibrio del cuerpo y la mente
El uso del cannabis medicinal ha despertado un creciente interés en Chile y en el mundo. Lo que antes parecía un tema polémico, hoy se aborda con mayor seriedad y respaldo científico. En paralelo, la medicina biorreguladora ha ido ganando terreno como una alternativa que busca devolver al organismo su capacidad natural de equilibrarse. Cuando ambas áreas se integran, se abre la posibilidad de tratamientos innovadores y profundamente humanos.
¿Qué es el cannabis medicinal y para qué se utiliza?
El cannabis medicinal se refiere al uso de componentes de la planta de cannabis —principalmente THC y CBD— con fines terapéuticos. Estos compuestos actúan sobre el sistema endocannabinoide, un sistema de receptores presente en todo el cuerpo que influye en procesos tan importantes como el dolor, el ánimo, el sueño, el apetito y la memoria.
Actualmente, el cannabis medicinal se utiliza en casos de dolor crónico, ansiedad, insomnio, epilepsia resistente a fármacos, náuseas asociadas a quimioterapia y algunas enfermedades inflamatorias. No es una “cura mágica”, pero sí una herramienta que, bajo supervisión profesional, puede mejorar la calidad de vida de quienes no han encontrado alivio en tratamientos tradicionales.
¿Qué es la medicina biorreguladora?
La medicina biorreguladora parte de la idea de que el organismo tiene mecanismos propios de autorregulación. Cuando esos mecanismos se ven sobrecargados o desbalanceados, aparecen los síntomas y enfermedades. En lugar de bloquear o suprimir esos síntomas, la bioregulación busca estimular la capacidad natural de recuperación del cuerpo.
Esto se logra con medicamentos de origen natural, terapias integrativas y cambios de hábitos que ayudan a restablecer la armonía interna. Es una visión médica que combina ciencia y naturaleza.
¿Cómo se complementan cannabis medicinal y bioregulación?
Ambos enfoques coinciden en un punto central: ayudar al organismo a encontrar su equilibrio. Mientras el cannabis puede actuar de forma más directa sobre el dolor, la ansiedad o el sueño, la bioregulación apoya los procesos biológicos que sostienen la salud a largo plazo.
Por ejemplo, un paciente con fibromialgia puede beneficiarse del cannabis medicinal para controlar el dolor, y al mismo tiempo utilizar bioregulación para modular la inflamación y mejorar el sistema inmune. El resultado es un tratamiento más completo, que no solo calma, sino que también fortalece.
Consideraciones importantes
Es fundamental recordar que tanto el cannabis medicinal como la bioregulación requieren evaluación médica individual. Las dosis, las combinaciones y la duración del tratamiento dependen de la condición de cada persona. Automedicarse no es seguro y puede generar efectos adversos.
En Calmavida abordamos este tema con seriedad, educación y seguimiento cercano, para que cada paciente encuentre un plan de salud adaptado a su realidad.